Hace unos diez años comencé este blog a manera de diario personal, juntamente con cambios a nivel interno y espiritual. Con el transcurrir de los años, simplemente plasmo aspectos de mi transitar por esta vida.
Hace unos diez años comencé este blog a manera de diario personal, juntamente con cambios a nivel interno y espiritual. Con el transcurrir de los años, simplemente plasmo aspectos de mi transitar por esta vida.
La Dimensión de Cristo en nuestras Vidas es algo que no se puede describir, sólo se puede sentir del Mismo Ser, de su misma Presencia, y de la misma experiencia, de un amor Vivo que se manifiesta en la simplicidad de un abrazo o de una sonrisa, tiene su origen y su finalidad en Cristo, en su Infinito Amor y su Infinita Misericordia.
La Dimensión de Cristo es algo inaprehensible a la mente humana, pero sensible al corazón entregado; pues su centro de acción radica en lo profundo del Espíritu, y se manifiesta en la pureza de su Amor Compasivo.
La pureza del amor de Dios se manifiesta en lo más intimo de nosotros mismos, y en el hermano que camina a nuestro lado, de una forma silenciosa su amor va trabajando y a su paso va transformando nuestra existencia, demostrándonos que es Él quien verdaderamente tiene el control de todo, y si nos abandonamos a su amor, veremos los mayores milagros suceder.
La Dimensión de Cristo es la Infinidad de la Vida
La dimensión de Cristo se manifiesta en nosotros mismos, en nuestro valor como seres de luz, en el valor de nuestra propia vida, en el valor de nuestra contemplación de las profundidades de su amor, en ese todo que nos envuelve con un calor que sólo Él puede ofrecernos… la Dimensión de Cristo es tanto ante todo, que el Mundo se vuelve tan pequeño ante Él…
Para acercarnos a Cristo, para intuir su Dimensión, es necesario entregarse a su amor de una forma total, sin reservas, con fe y sin esperar a ser “perfectos”, pues si ya somos “perfectos”, que sentido tendría todo? A través de su amor Infinito Él busca sanarnos y darnos el Máximo Amor que jamás haya existido, pues sólo Él es capaz de entregarlo todo sin pedir nada. Por ello la Dimensión de Cristo no tiene límites y sólo espera a que le abras la puerta.
La Dimensión de Cristo es la Infinidad de la vida, esa emoción de la aventura de vivir amado por Dios, y de ser agradecido por ser vivo testimonio de ese amor que salva y protege siempre y por siempre.
Quiero comenzar de nuevo. Necesito aires de libertad y de felicidad. Quiero caminar por la vida y encontrar amor a cada paso, sentir la brisa del viento que acaricia con amor mi rostro, me recuerde cuan vivo me siento y cuan agradecido estoy a Dios por la vida que todos los días me regala con cariño.
Necesito decirle cuanto le amo por haberme bendecido tanto tanto… realmente, las penas y los errores que cometemos son tan pequeños ante tanta luz que se derrama en nosotros…
Quiero caminar feliz por la vida, aprendiendo a cada paso de mis equivocaciones, pero con alegría y con luz… quiero llorar cuando necesite llorar, quiero cantar cuando necesite cantar, quiero sonreír y morir de risa cuando sea momento de reír…
Quiero amar a cada paso en esta vida, quiero soñar y volar alto, siempre.
Quiero que me sean las cosas, más simples y verdaderas, quiero aprender a vivir en esta mi casa, que es el mundo… quiero caminar cantando bajo el sol, mojarme con la lluvia, abrazar cuando quiera y a quien quiera… quiero perdonar a quienes me ofenden, quiero ver el nuevo dia a través de mi ventana y sentir en mi pecho la fuerte emoción de sentirme con energía divina, de sentir esta vida Señor quiero agradecerte tanto, tanto
Necesito disfrutar de la música, del dibujo, de los amigos, los animales, la familia… amar lo que hago, a cada instante, a cada segundo, seguir mi camino sin importar los obstáculos que se presenten.. Hoy mismo sé que esta es mi necesidad, respirar profundo y meter todo el aire que pueda en mis pulmones, y luego saltar y saltar de la dicha de sentirme con vida, agradecido por todo lo que tuve, lo que hoy tengo, y por lo que tendré.
La vida no se puede resumir en el pasado que nos trajo cosas buenas y malas… la vida tampoco se resume en lo que tenemos ni en quien a nuestro lado duerme. La vida se resume en los momentos como este, en donde descubrimos el verdadero valor de nuestros sueños, en donde nos descubrimos como infinitos y plenos en las cosas mas simples y hasta insignificantes, como ver las olas del mar, o a un perro rascarse… sin embargo todo esto forma parte de la maravilla de la creación de un Dios que nos ama desde nuestra nada hasta nuestro todo, nuestro infinito.
Qué importa todo lo que podamos acumular de materia, en esta tierra que al fin y al cabo es perecedera, cuando en realidad, las relaciones que forjamos y las almas que reconocemos como parte de nosotros mismos, reflejados en el otro, de material no tiene nada, sin embargo, de trascendental, lo tiene todo.
Podríamos aprender más de una palabra amable, o de una sonrisa complice, o de un cariñoso regaño, que de un sentimiento de culpa que nos ata constantemente a un pasado que ya no existe… si tan solo nos atreviéramos a sentir cuan pequeños somos, y cuan iguales somos a nuestro prójimo, si lo entendiéramos como parte de nuestro ser y complemento de nuestra existencia, del rostro de Jesus reflejado en su vida…
Podriamos aprender a ser felices si valoráramos lo más pequeño y simple, desde un cordial saludo hasta un efusivo abrazo, un una dulce y honesta melodía, llena de color y de lindas vibraciones, podríamos aprender tanto de una guitarra, de una voz que canta con el corazón, de una canción que nos trasporta a momentos de nuestra vida, podríamos sentir tantas emociones si tan solo nos permitiéramos sentirnos vivos y libres de todo lo que nos hace mal, de una vez, y por siempre.
Y seguir caminando siempre, con la frente alta por el amor que Dios, en la cruz, y con brazos abiertos, nos lo ofreció con tanta entrega, por nuestra salvación y entera felicidad.
En verdad te digo, que cuando miras más fijamente por sobre lo que te pasa, todos los días, podrías encontrar la respuesta a tantas cosas que quizás no puedes responder ahora, si miras con detenimiento para adentro y escuchas la voz de tu corazón, encontraras el sentido de todo el camino que ya has recorrido, y del que te espera en el mañana.
En la forma en que uno ama, desde un grano de arena, hasta el mismo sol, es como encuentra paso a paso, el lugar que le corresponde en la tierra.
Ni el mayor de los cansancios, ni el hambre, ni el frio. Ni la soledad, pueden apartar mi vista de tu presencia, mi Dios. Pues cuán grande fue tu misericordia para con mi vida, que no soy nada ante tu Presencia.
Caminando a través de la vida me he encontrado con seres de luz que paso a paso, y tomándome de la mano, me han ayudado en el proceso de mi crecimiento y evolución como persona, como ser de luz.
Y ya sea al despertar, o al dormirme, la presencia que siempre me guía es la presencia de Dios cuidando mi vida. Como lo ha hecho siempre .
Si bien las circunstancias de nuestra existencia hacen que nos separemos (quizás muchas veces porque nosotros mismos lo permitimos), nuestro Padre está siempre aguardando que volvamos la mirada hacia su corazón misericordioso.
No puedo contar cuantas veces he pasado por pruebas, y los miedos que tanto me quebrantaban finalmente los veía volverse realidad. Y no es sino hasta que estamos pasando por esos difíciles momentos que nos damos cuenta de ello.
Cada sufrimiento por el cual nos toca pasar es un grado más que debemos superar, un escalón más hacia nuestra evolución. Así también, hemos de pasar por tantas experiencias tanto agradables como no, que como único fin tienen mostrarnos aspectos que debemos aprender a sortear, por nuestra propia cuenta, guiados por el Espíritu del Amor, por la manifestación de Dios en nuestros corazones.
Entiendo que es difícil atravesar por situaciones para lo que no estamos preparados, y cuando menos lo pensamos, un extraño puede venir a destruir lo que con tanto sacrificio hemos construido. Y quizás mucha gente intente pisotear nuestro arduo trabajo.
Y quizás así, un dia amanezcamos sin nada (aparentemente), en la total dejadez, en la escasez y pobreza total. Y lo digo, en lo material como en lo espiritual (podemos tener todo el dinero del mundo pero ser vacios de espíritu).
La fuerza de la persistencia es el motor que mueve nuestras existencias. Y es la fuente de poder a la cual todos estamos invitados a beber.
Por más que te duelan, los recuerdos, los fracasos, las burlas, la carencia extema, el hambre, el frio, la sed… levántate y camina. Camina por tu vida, por tus sueños, por tus metas, , por la de quienes amas, levántate y camina con más fuerza que nunca.
Y con mas fuerzas que nunca significa, con mucha más fortaleza en la FE que te sostiene a pesar de todo, esa fe que te transporta hacia sitios de perfección y dicha eternas.
No podemos saber lo que acontecerá mañana, y así como hoy no tenemos nada, podríamos llegar a tenerlo todo, así como a perderlo todo. Decía Don Bosco, “lo que no es eterno.. de nada importa”.
Podríamos no tener cosas materiales que ofrecer a este mundo. Pero lo que sí podemos ofrecer es nuestras propias aptitudes y talentos, nuestro amor, y nuestro perdón, nuestra dicha, nuestra paz.
Y quiás esto, todo esto, no sea suficiente y vuelvan a pisotearte.
Sigue amando, sigue perdonando.
Pues perdonando, sigues tu camino, sigues evolucionando, en la dicha de la unión con Cristo.
Y cuando tu camino parezca más oscuro y sea difícil divisar el horizonte, y la luz… acuérdate que no caminas solo.. aunque no puedas verlo, Dios está guiando con amor tus pasos, guardando tu existencia. Permítete experimentar su amor y tu vida ha de transformarse completamente, para siempre.
Hay una verdad, que reside en lo más profundo de nuestro ser. Y que nos habla, nos susurra, nos recuerda vehementemente nuestra esencia divina. Esa verdad solo es posible entenderla desde un solo punto, NUESTRO INTERIOR. No es sino en el silencio de nuestro interior que podemos escuchar a esa verdad que es la que no se equivoca, la que nos dice quienes somos verdaderamente, sin máscaras, tal cuales, para lo que fuimos hechos, y hacia dónde vamos.
Por ello, al fin y al cabo, aunque seas pisoteado, humillado, rebajado… y las fuerzas te hayan abandonado, esa verdad está retumbando en tu interior siempre, aguardando el momento en que sea oida.
Esa verdad es la que te salvará y permitirá conocer nuevos niveles de felicidad, y de plenitud. Esa verdad es la que reside en unión con Dios, el rey de la creación, y esa verdad es incontestable e imperecedera.
Recuerda que a pesar de todo, la verdad de tu esencia es la que marca los pasos que dia a dia, forjan el camino a tus metas, por ello no existen verdaderas condiciones externas que tengan el poder de destruir tus sueños. Esto solo ocurriría si tu lo permites.
Tu esencia es única y verdadera, invariable y total. Hoy escucha la voz de Dios que te habla desde lo más profundo de tu vida, revisa tu interior y aparta tu mirada del exterior, vuelca tu corazón hacia tu centro y ama la maravilla del milagro divino: tu propia vida.
Al Espiritu Santo, agradecido por tan bellas palabras, a Anael y Jofiel por cuidarme siempre, mi gratitud y mi amor sincero. Paz y bien.
Quien no se conoce a sí mismo y no es capaz de aprender de sus propios dolores, debe permanecer en tal estado que – a través de la pena y el sufrimiento – poco a poco le vaya despertando a la realidad del mundo espiritual, donde la conexión con Dios ya no depende de elementos externos, sino de la Urgencia de Sanación y Paz que el alma requiere, para su propia plenitud y comunión sin fin.
El pensamiento sobre nosotros mismos y la estructura de vida que forjamos a través del tiempo, nos brinda cada día, señales del grado de evolución de nuestras almas hacia la luz, pues tal como se manifiesta nuestro interior es el reflejo de nuestro mundo en la superficie. Mientras no aprendamos a mirar para dentro (la valoración de nuestras propias existencias por lo que somos, con nuestros defectos, virtudes, errores y aciertos) no podremos llegar a ver con ojos de la verdad, y por ende, no estaremos capacitados para entrar al mundo de la plenitud, a la verdadera vida.
Y no es sino hasta que esto sucede, que el alma realmente encuentra su camino a la esencia, el fin para el cual fue creada, y entiende que a través de la mirada crística y la infinita misericordia (hacia su propia existencia y a su prójimo) puede realmente conocer lo que es el verdadero amor y la verdadera unión con la verdad de todas las cosas, LA PRESENCIA DE LUZ que es capaz de transmutar todo lo que existe en esta vida, LA PRESENCIA DE LA DIVINA LLAMA DE LA MISERICORDIA, EL AMOR PERFECTO Y LA FELICIDAD COMPLETA.
Cansados caminamos afanosamente todos los días de nuestras vidas, tratando de comprender una y otra vez, el porqué de tantas cosas a la que no encontramos explicación.
Miramos alrededor, arriba, abajo, a los costados. Señalamos y juzgamos, nos engañamos y condenamos sin certeza de nuestra realidad.
El mundo que nos pertenece es nuestra propia responsabilidad. Desde que vinimos al Mundo Físico, lo hemos hecho con una misión encomendada por el mismo Dios, que viendo buena su creación, decidió que cada persona aportará para la elevación de su propia especie, a través de la transformación de su propia existencia.
Entonces me hago la siguiente pregunta: ¿Qué es la vida? Que significa vivir? ¿Es la experiencia de vivir, verdaderamente buena o agradable? ¿ Qué objetivo tiene mi vida en esta tierra, en esta familia, con estos hermanos, con esta esposa, con este trabajo, con este mundo? ¿Para qué nací? ¿Cuál es el objetivo de MI PROPIA EXISTENCIA?
Llega un momento en nuestras vidas en la que nos paramos frente al espejo, y miramos nada más que nuestras almas desnudas al viento… Y es en ese preciso momento que estas preguntas de nuestra existencia salen a flor de piel. Esto es señal de que ha llegado la hora: la hora de REALIZAR NUESTRA MISIÓN.
Si aún no te has hecho estas preguntas, es por que aun debes pasar por experiencias que te enseñen cuan valiosa es la vida que Dios te ha otorgado, para que cumplas con tu misión en la tierra.
Mi papel dentro de todo esto, para ti, y para todos mis hermanos, es el de mensajero. Ésta es la tarea que se me fue asignada antes de mi nacimiento a esta tierra.
Todas las experiencias que nos rodean actualmente en cada escenario de nuestras vidas están dadas por diversos factores. Pero lo más importante que debes saber, y muy bien, es que en un universo Perfecto, creado por Dios, nada está librado al azar, y cada cosa se balancea perfectamente, según el peso de nuestras acciones, para con nosotros mismos y con nuestros hermanos (en el cristianismo, llamados “prójimos”).
Has nacido a esta vida, con una estructura vital: esa persona que en tu interior eres. Eso es lo que llamo LA ESENCIA del SER.
Dentro de la esencia del ser (lo que realmente eres) está almacenada la memoria crística, el mensaje que Dios grabó en nuestro espíritu, la misión que debemos cumplir en la tierra. Y esto sucedió antes de nuestro nacimiento.
Por ello se explica que haya personas con talentos innatos: Para la pintura, la música, la arquitectura, el deporte, etc.
Luego, tenemos el vehículo material: nuestro cuerpo físico. Este elemento es una herramienta valiosa que Dios nos otorga para poder desenvolvernos dentro de esta dimensión (la tierra). Pero siempre, acuérdate: que cada persona tiene un objetivo específico que cumplir dentro de este plano, así que cada cuerpo físico y espiritual son diferentes.
Al venir el SER, a este mundo, entonces, fue dotado de estas herramientas para poder trabajar en su propia evolución y la de toda la humanidad (todos por igual), hasta fundirse cada uno de vuelta con LA ESENCIA DE LAS ESENCIAS, LA UNIDAD DE TODAS LAS COSAS EXISTENTES: DIOS.
Llegamos a la tierra con estas herramientas (talentos), el cuerpo físico para subsistir, y el cuerpo inmaterial: espíritu, para amar y evolucionar.
Muchos fueron ya mis días y sin embargo no son aún nada, en comparación a otros. Sin embargo, en cada segundo de mi existencia, cada minuto, cada día, una nueva enseñanza tocó y siguen tocando mi puerta, haciéndome ver cosas diferentes, cada vez nuevas, conforme el espíritu que me fuera asignado va aprendiendo a evolucionar según la ley perfecta que Dios ha establecido para sus hijos.
Hoy, yo miro al mundo y me pregunto. Miro a mi propia existencia, y me pregunto. ¿Qué hemos hecho con nuestras herramientas? Con los talentos que Dios nos ha asignado? Qué hemos hecho de la potencial perfección que Dios, a través del espíritu, nos ha obsequiado?
Que mire cada uno su propia miseria, sin condenarse, sin sentir dolor, pena, ni nada parecido. Seamos, por lo menos por esta vez, expectadores de la película de nuestras vidas, repasemos toda nuestra existencia hasta este mismo instante, hagamos el juego de ver nuestras vidas como una película donde el dolor y la felicidad pasan como actores protagonizando nuestra existencia, y nos daremos cuenta de lo que estuvimos haciendo con las herramientas que Dios nos regaló antes de venir a esta tierra.
Puedes hacer un balance general ahora? Por lo menos, pienso que nos estamos acercando un poco más a nosotros mismos.
Al nacer somos hechos seres de luz, pues la luz es algo omnipresente, como el sol, está en todas partes, así somos en Dios, omnipresentes, en nuestro espíritu. Esto también significa que las metas y los sueños que establecemos en nuestras vidas (formar una familia, ser profesional, deportista, artista, etc.) son sueños ALCANZABLES y entonces NADA es imposible, por nuestra esencia conectada con Dios, quien finalmente es nuestro creador.
¿Adónde dejaste tu poder de alcanzar metas? ¿Haz sido Luz para tu propia vida, alcanzando los objetivos que te pusiste? Creo que ahora podemos medir mejor nuestros esfuerzos.
Lo más importante ahora. NUESTRA RELACIÓN CON NOSOTROS MISMOS.
Sobre el concepto del Dolor.
El dolor es un gran maestro. No sé si uno de los mejores, pero en verdad, deja buenas enseñanzas. Pasar por el dolor nos hace valorar más la vida por lo que es, nuestro verdadero camino para hallar la elevación y la iluminación.
Este mundo fue creado para que podamos alcanzar niveles elevados de conocimiento, tanto mental como espiritualmente.
Los conocimientos espirituales no tienen que ver con los conocimientos terrenales, y aunque se requiere una mente despierta para captar mensajes Divinos, el hecho de ser una persona “instruida” no quiere decir necesariamente que sea “espiritual”, pues el grado espiritual requiere de una entrega total a NUESTRA ESENCIA, y una mirada franca hacia nuestro interior, el interior De nuestro propio ser: DIOS.
A través del dolor nos elevamos y somos mas sabios, aprendemos el verdadero valor del momento y que en realidad, el tiempo se mide por las etapas de plenitud que uno experimenta mientras va caminando por la vida.
Para llegar a la luz de la elevación personal una persona debe pasar por sufrimiento y dolor. Pero estos últimos no tienen por qué ser una condición permanente de la persona humana, pues no tendría sentido para seres que fueron hechos a imagen y semejanza de su Padre Todopoderoso. Solamente sirve para despertar conciencia del verdadero poder transmutador que cada uno posee en su interior unificado.
PERO, CÓMO LOGRO LA UNIFICACIÓN INTERIOR?
Dios nos ha dado a conocer a través del tiempo, en la senda de la evolución de nuestros espíritus, y de manera sub conciente, muchos valores como la piedad, el perdón, la solidaridad y la mayor y mas importante cualidad: la capacidad de amar por sobre todas las cosas.
Hasta que no suceda algo en nuestras vidas, que nos haga hacernos las preguntas originales, (quien soy? Para que vivo?) hemos de vivir a ciegas sin saber de nuestro verdadero potencial divino. Está en tus manos despertar tu conciencia crística, desarrollando con toda tu intensidad, esa capacidad de amar que se te ha sido conferida desde antes de nacer. Así como la capacidad de perdonar, y aceptar al otro tal cual.
Pero sin embargo, he de decirte que no hay paso previo que puedas tomar, antes de llevar a cabo TU PROPIO PROCESO DE CURACIÓN INTERNA.
Dejame contarte mi experiencia.
A través del dolor que un día llegué a sentir, el cual intensamente consumía mi espíritu cegado por el dolor y la tristeza, permití que la llama de la Misericordia de Dios atraviese todos los estratos de sufrimiento propios de esta tierra, y llegue hasta lo más profundo de mi SER. Ahí se produjo la CONEXIÓN con el Padre. Desde ahí, al fin, miré al espejo y pude hacer las preguntas originales: ¿Quién soy? ¿es valiosa mi vida? ¿Cuál es mi propósito?
Y pude encontrar las respuestas (mas bien, pude recordarme a mi mismo, quien era).
El proceso de curacion conlleva mucha humildad y entrega. Mucho abandono de la vida material a la que estamos tan acostumbrados, a la seguridad de nuestra pareja, de nuestro trabajo, de nuestras vidas cotidianas y automatizadas, para entrar en contacto con una nueva dimensión: LA DIMENSIÓN DEL ESPÍRITU.
Este proceso de curación de nosotros mismos, conlleva EL ARMA MAS GRANDE Y PODEROSA QUE ES CAPAZ DE REVIVIR CORAZONES CONGELADOS: el PERDON.
Perdonarnos a nosotros mismos, por nuestras imperfecciones, errores, pasado, es el inicio del camino de la LIBERACIÓN. Sin el perdón, no podemos llegar a ningún lado, ni siquiera comenzar el camino.
El auto reconocimiento de nosotros mismos como seres de Luz es más que importante, pues la capacidad de amar está ligada a esta característica que como hijos de Dios tenemos desde nuestros orígenes. Como hijos de Dios tenemos acceso a nuevos niveles de Sanación, Paz, Prosperidad y Felicidad Plena.
Volverse humildes y libres de toda rabia y rencor hacia nosotros mismos es fundamental en el proceso de curación de nuestro interior, nos lleva dia a día a ver en las cosas mas sencillas de la vida, la obra de un Dios que a pesar de todo, está en cada una de ellas.
No juzgar al otro ni proyectar culpas que no le pertenecen, es entregar a Dios nuestro lado imperfecto que solo ve lo malo que tiene la otra persona, nuestro egoísmo que nos consume, en un acto de verdadero amor, mas valioso que cualquier sacrificio u ofrenda que puedas hacer al Todopoderoso, que al fin y al cabo, solo quiere que lo AMES con locura, y en tu prójimo veas sus mismos ojos reflejados.
Seamos pues entonces, consientes de que cada ser que comparte nuestra vida, que está a nuestro lado, es reflejo de Cristo, del Dios que nos ha dado la vida y que vive dentro de nosotros, y por lo tanto, debemos buscar la unificación con todos nuestros hermanos. De esta manera todos estaremos evolucionando juntos, como una gran familia, hacia la Luz de Cristo.
Como diría James Allen: “Existe Una sola Ley, la ley del AMOR”, esta única Ley es Dios. La ley del amor perfecto y sin medidas. Nosotros podemos desarrollar el Amor de Dios, sin medidas ni reservas, una vez que miremos a nuestros hermanos y veamos en sus ojos, los ojos del Mismo Dios, que esta aguardando siempre nuestra entrega y total afecto. Por que amar la vida, es amar a Dios, y no hay ley mas perfecta que Amar lo a El por sobre todo, y a tu hermano como a ti mismo.
Por último hermano, quiero decirte que el camino de la curación interior es un camino que se comienza, tiene un origen en la toma de conciencia de nuestra VERDAD: SER – ESPÍRITU – DIOS. Seamos consientes que tenemos un pedazo de divinidad dentro nuestro, y esto es una gran responsabilidad, responsabilidad de autoconocimiento, de auto aceptación de nuestra misión en la tierra, y nuestra evolución.
Miremos nuestra vida y evaluemos sinceramente, desnudemos nuestras almas al Dios que nos ha creado y nos conoce desde la planta de los pies hasta el último cabello de nuestras cabezas, y está mas cerca de nosotros, “que nuestra propia respiración”. Recordemos que la “perfección” no es un ideal lejano e imposible, pero que en el mundo material en el que nos toca vivir, es imposible realizar lo perfecto, pues nuestro mundo no es de Dios. Solo penetrando para nuestro interior, y descubriendo nuestro espíritu de divinidad, podemos tener acceso a la perfección, que es el estado natural de Dios, Todo amor y Perfecto.
Miremos siempre para adentro, antes de señalar los errores ajenos, evaluemos nuestras propias experiencias con responsabilidad, respeto, cariño por cada una de nuestras historias, recuerda siempre que cada experiencia que te ha tocado vivir, ha sido un gran maestro que te enseño a dar el siguiente paso para tu propio camino a la evolución.
Y este camino, lo sigues dando todos los días, hasta el día en que te toque dejar este cuerpo físico para volverte meramente espíritu, y unificarte en tu ESENCIA – DIOS.
Nunca pierdas de vista tu voz interior, esa voz que te dice que a pesar de todo, se puede, que existe el amor, la paz, la música, la alegría. Cree siempre en los milagros, pues éstos son las señales que Dios envía para recordarte que sigues dentro de la misión que te encargó, y que por sobre todas las cosas, no estás solo. Nunca.
Y no olvides, que vas camino a la Luz. Por los siglos de los siglos.
Quiero agradecer al arcángel Miguel, Gabriel, por las palabras que inspiraron en mí, a mis ángeles Anael y Jofiel, por guiar mis pasos, a la Divina Misericordia por transformar mi vida, a la virgen de Guadalupe por guardarme en su manto, y a mi esencia que reside en el infinito amor de Dios, que todo lo puede. Y tengo fe en su poder de curar nuestras vidas.
He mirado mi camino una y otra vez, tantas veces hacia atrás
Y vi mucha lucha, muchas victorias
Y muchas derrotas…
Y llegado un momento, me cansé y me senté al borde del camino,
A ver qué continúa ahora…
Y ya no quise luchar más
Perdiendo de vista mis sueños y anhelos
Perdiendo así todas las cosas por lo que vale la pena luchar
Todas mis emociones
Mis sueños de adolescente así se desvanecían en el camino empolvado
De ese mediodía caluroso
Y la verdad, costó mucho subir aquella calle empinada
Pero, una vez más, lo hice.
Luego, caminé un poco más
Encontré un banquito
Cansado suspiré y tomé asiento.
Miré alrededor
Y vi toda la creación…
Soltando un gran suspiro por los sueños de aquella infancia
Miré hacia arriba
Y busqué de vuelta mi origen, mi esencia
Busqué a Dios, en el viento
Y un viento suave y fresco acarició mi rostro
Consolando mi alma, y calmando suavemente mi sufrimiento
De tantas batallas emprendidas
Tantos caminos recorridos
Tantas distancias dejadas atrás
Y con ellas, historias de mis andares.
Y no fue sino en ese silencio
De aquel mediodía caluroso
Que Dios me dijo cuánto me seguía amando
Y que a pesar de mi olvido
El siempre estuvo a mi lado
Guardando mi amanecer.
Una nueva página de mi historia
Debe así escribirse
Con el amor que Dios ha tenido hacia mí
Durante toda mi vida
Y desde hoy, y para siempre.
Mientras más veo mi historia
Encuentro en Dios, la verdad de mi esencia
Esa esencia que perdí por el camino
Y que anhelo con ansias, vuelva
Y al fin, renovarlas, recuperando de ella
Toda la vitalidad y la fuerza de la infancia, y adolescencia
Esa chispa de emoción que empuja a lo imposible
Pues lo imposible es un gran desafío, totalmente realizable
A través de los sueños y las metas de mi vida
Metas que, como escalones, inflaman de energía divina mi existencia.
Hay una nueva certeza en mi vida
La certeza del amor
Me he dado cuenta
Que cuanto más amor
Derramo a la humanidad
Perdonando de corazón las ofensas
Mi espíritu encuentra libertad y verdadera vida
Amando a todas las criaturas de esta tierra
Desde los gatos hambrientos,
Hasta las personas hambrientas
De amor, de paz.
Me he dado cuenta
Que tengo un poder muy grande
En el interior de mi espíritu
Y es el poder de amar
Y continuar la batalla
A pesar de todo
Regenerar, cicatrizar, curar
Son estados de amor, amor y más amor
Y Solo con el amor pueden los corazones transformarse
Hasta la plenitud
De una vida eterna, llena de luz
Llena de amor,
Llena de Dios.
viernes, 25 de febrero de 2011
Que rápido pasa el tiempo
Cuan larga la distancia recorrida… cuan largo el camino que resta por recorrer…
La vida nos llena de momentos que no podemos muchas veces apreciar en su verdadera magnitud.. sin embargo cuando ya hemos vivido bastante, miramos hacia atrás, y suspiramos…
La vida es la suma de los momentos que te quitaron el aliento, oí decir por ahí… Para mi, también la vida es la suma total de la cantidad de amor que esparciste sobre esta tierra.. por que mientras amamos, nuestro corazón sigue latiendo… si dejamos de amar, dejamos de ser.
La vida.. y sus momentos, la vida y sus maravillas, la vida y sus sorpresas…
No deja de sorprenderme como los acontecimientos más inexplicables son desarrollados por la gracia de Dios, que siempre atiende el clamor de sus hijos.
Es una maravilla inexplicable, "insondable" el misterio de amor de Dios para sus hijos, y nunca va a bastar las palabras que mi boca pueda expresar, para alabar el milagro de lo infinito y total que nuestro Padre ES.
Es una maravilla, por su intercesión, ver a familias reunidas, heridas sanando, felicidad invadiendo, Luz iluminando senderos, transformando la vida, y dotando a todo de un nuevo significado.
Dios es la magnitud de lo infinito, la belleza del misterio, la emoción de lo desconocido, y la contención de toda existencia. Sin duda, la gracia de nuestro Señor actúa con mano firme cuando llega el momento, y solo el amor de Dios puede saciar esa sed de paz que nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu buscan. Por Dios somos redimidos y enaltecidos, al punto de elevarnos a estratos de Pureza y Amor eternos. No puedo desconocer, que la vida muchas veces presenta situaciones muy duras, en donde permanecemos estancados en largos procesos que nos enseñan, a través del dolor, el verdadero sentido de nuestras vidas. Hay algo muy hermoso que hace un tiempo experimenté, y siempre que lo vuelvo a hacer, experimento la misma sensación... Frente a la imagen de la Misericordia Divina, me arrodillé a pedir a Dios, a través de su hijo Jesucristo, que acuda a mi llamado, a mi súplica, a mis lamentos. Cuando mi corazón ya cansado no puede continuar, y la lucha ya ha perdido el sentido... no hice mas que implorar el amor de esos ojos que siempre me miran con un amor incomparable... Pues conozco mi miseria, y dentro de ella, me reconozco tan débil... frágil como una hoja.. El poder de Dios es tan grande.. que su Misericordia nunca tarda, se manifiesta al instante, en el momento de la súplica, mis lágrimas ya son consoladas, y su Hombro me contiene, su Luz me inunda de amor, y su Obra me deja siempre maravillado. Por ello, en esta vida, en mi vida, he sido testigo de la maravilla de la obra de Dios en mi corazon, en mi alma, y puedo decir, que he experimentado la Misericordia de Dios, así como Santa Faustina, esta vez, en mi alma.