sábado, 4 de octubre de 2014

¿Qué he aprendido a mis 27 años?

Que he aprendido de la vida a mis 27 años?
Aprendí a no querer cambiar a las personas. He aprendido, a disfrutar más de mis seres queridos, así como son. Sin tratar de cambiarlos ni limitarlos. Creo que es esto también, lo que aprendí de mi familia.
Creo que aprendí, a ser tolerante con las diferencias. Y a aceptar.
Creo en el amor desde lo más profundo de mi corazón. Creo que el amor es el motor que mueve al universo. El amor no exige nada, y sin embargo, lo da todo. Y esto me lo han enseñado dos personitas muy pequeñitas: Matías, de casi 3 años, y Montse, de 5 meses :)
A mis 27 años he aprendido a dejar ir. Por ahí escuché, creo que de Chopra, que para obtener lo que anhelas en la vida, debes renunciar a ello. Por lo tanto, suelto todo lo que me ata y angustia, la ansiedad por obtener lo que quiero. Sé que el universo tiene su forma y su momento para otorgarme lo que quiero, pero por sobre todo, lo que necesito. Muchas veces pensamos que necesitamos algo, cuando en verdad es mero fruto de nuestro capricho y mala formación.
A mis 27 años, he aprendido a decir "Te amo", con mayor conciencia de lo que esto significa. Para mí, "Te amo" significa "Sos parte de mi alma." "somos compañeros de camino" "Nos reconocemos", "nos aceptamos". Creo que el amor es la máxima expresión de entrega que un ser humano puede expresar. El amor respeta la libertad de la otra persona. He aprendido que si falta esta expresión de libertad, no es amor lo que se siente.
A mis 27 años, he aprendido que estar solo es una oportunidad mágica. Para descubrirnos. Para conocernos y reconocernos en el silencio de nuestra soledad. Para aceptarnos, y decirnos a nosotros mismos "Me amo". He aprendido a soltar y dejar ir, a aquellas personas que ya no quieren estar en mi vida. Y no creo que sea malo, apartarse y tomar un camino diferente. Creo que cada persona que llega a nuestra vida, lo hace por un motivo importante para nuestra evolución como espíritus viviendo una experiencia terrenal, por lo tanto, ¿quién soy yo para juzgar o condenar?
He aprendido que la persona que será mi compañero de vida, llegará en el momento que deba llegar.
A mis 27 años, he aprendido que no me interesa conservar personas falsas en mi vida. Que sólo tenemos esta vida para mostrarnos auténticamente como somos, amar como somos, crecer y disfrutar de nosotros, tal cual somos, sin miedos, sin condenas, sin cargas de tiempos pasados. Que debo enfrentar los miedos, con amor, cariño y paciencia, y solo así, veré grandes transformaciones en mi corazón y en el corazón de las demás personas.
También he aprendido, que sin la fe en Dios, el supremo Creador de todas las cosas, no se puede avanzar. Que tengo mis límites definidos por mi propia condición humana, pero que eso no puede ser excusa para rendirme. Aprendí, que debo recordar, de dónde vengo, para saber hacia dónde voy. Soy el supremo bendito Hijo del Amor del Dios Vivo, la Llama del Perdón en Acción, hacia todos mis hermanos, hacia todo el Bendito Universo, y como tal, diseño mi futuro desde mis pensamientos, como tal, aprendí que debo cuidarlos.
Por otro lado, también aprendí, que no existe mayor felicidad, que una familia unida, reunida en una mesa, disfrutando una comida, o bailando al celebrar algún acontecimiento importante. Que no existe sonido más sublime que la risa de mis tíos, abuela, o primos, que el brillo de sus ojos en un momento de alegría, no se compara con todas las riquezas del mundo. Aprendí que esos son los verdaderos momentos que uno debe atesorar deben servir de motor para impulsar nuestros sueños, nuestros afectos,. y por sobre todo, jamás olvidar de dónde venimos, y cuál es nuestra herencia, nuestro deber para con nuestra familia, que finalmente, constituye nuestra raíz y contiene el "ADN" de nuestra existencia.
A mis 27 años aprendí a ser humilde. A tratar de servir, de alguna manera, a aquellas personas que se acercan a pedirme algo, siempre que pueda. En alguna parte leí que "No es sino dando, que uno recibe", y otra canción decía: "Love is a funny thing, whenever I give it, it comes back to me" (El amor es algo gracioso, cuando lo doy, el retorna a mi). En el amor y en el servicio a los demás, hay pistas que nos dirigen hacia el camino de la santidad, en la entrega total.
Sé que muchas cosas han cambiado, y que he cerrado ya, etapas de mi vida. Quizás haya que seguir trabajando algunos aspectos para ir sanando heridas del pasado. Pero no dejo de sorprenderme ante todo lo que me ha tocado vivir hasta esta parte, y quizás, la palabra que lo englobe mejor es: GRATITUD. Doy las gracias. Por el don de la vida. Por abrazar y besar a mis sobrinos, que son como hijos míos. Por mi hermano y mi cuñada, que acaban de casarse. Por la hermosa familia que nos ganamos. Por mi hermosa y bendecida familia.
Siento gratitud por todo el sufrimiento que tuve que atravesar, para poder hoy, estar dando gracias. Doy gracias a Dios por haberme hecho homosexual, y a través de eso haber adquirido una mayor sensibilidad sobre la vida. Doy gracias a Dios, por haberme acompañado en todo este proceso de aceptación y de amor propio, de transformación y de despertar, que se va renovando cada día, con la luz del sol, y con las estrellas del firmamento.
Estoy tan agradecido con la lluvia, con el viento, con las nubes, con los dolores, con los desamores, con las nostalgias, y las canciones tristes y felices. Estoy tan agradecido con mi papá y con mi mamá, que a pesar de ser personas imperfectas, y quizás llenos de defectos, son mis padres, los más maravillosos para mí, mi corazón se inflama de amor cada vez que los veo, que los abrazo, y no deja de maravillarme cuánto Dios me ama, al permitirme verlos, sentirlos. Sé que un día no podremos hacerlo físicamente. Pero mientras pueda, no me cansaré de decirles cuánto los amo, y que en espíritu, estamos unidos por toda la eternidad.
Finalmente, entiendo que la vida está compuesta por momentos. Que tenemos la capacidad de decidir, cómo vamos a vivir cada momento. No soy ningún erudito y a veces caigo en depresiones, pero de repente recuerdo que vine a este planeta para cumplir un objetivo, una misión. Y me doy cuenta de cuán bendecido he sido siempre, que debo alzar los ojos al Cielo y pedir orientación Divina, que siempre está a mi lado cuando la necesito.
He perdido. Pero también he ganado. Con creces.
Hoy, a 3 días de cumplir 27, me acuesto. Con una satisfacción increíble, indescriptible. Y este es un momento de mi vida, que decido guardarlo, archivarlo en la carpeta de recuerdos maravillosos. Mi corazón siente gratitud divina. Ser feliz es ver en el presente, en cada segundo de nuestras vidas, la inmensidad del universo.

YO SOY LO QUE SOY DESDE QUE NACÍ.
UN HIJO BENDITO DE DIOS DEL UNIVERSO.
AQUÍ Y AHORA.
AMÉN.


jueves, 18 de septiembre de 2014

Sobre el sufrimiento

Que la tristeza te sirva para el encuentro
Para el encuentro contigo mismo
Para encontrar de vuelta tu camino
a tu ser espiritual
que va caminando a través de los siglos,
viviendo a través de las galaxias
Recordando, soñando, amando.

Que el sufrimiento sea la puerta al despertar
a un nuevo amanecer
donde ya te hayas desprendido
de todas las ataduras

Que el sufrimiento sea esa llama que te consuma
en piedad, en amor, en aprecio a la vida
pues verdaderamente, en ella hay escondido un gran maestro

Que el sufrimiento sea bienvenido, para crecer
Para darte alas, para aprender a levantarte
luego de tanto caer

Y finalmente, que el sufrimiento sea
Quien te introduzca
A tu VERDADERO SER
Único

Inmortal.

Alma infinita (Recuerdos de Siglos vividos)


(escuchar con la canción "Exile" de Enya)
Recuerdos de siglos pasados, de vidas pasadas
de largos caminos recorridos
de montañas de hielo que sobrevolamos durante los sueños
de bosques verdes y de frescores de otras eras
de vidas que ya vivimos, de recuerdos que tenemos vivos... en el fondo de nuestras almas
de corazones que ya tuvimos, de amores que ya sentimos
de lo que somos y de lo que fuimos, vamos siempre, llegamos siempre
Partimos siempre, regresamos siempre...
Volar es nuestro destino, incontables cielos
surcar el firmamento, ser testigos de las estrellas..
enamorarnos, vivir felices, quizás sólo una temporada...
y luego regresar a nuestro hogar... donde todo es eterno.
Siempre uno con todo, y a la vez infinito
es el recuerdo de nuestras moléculas
de cada fragmento de universo en nuestras miradas
que se entrelazan en una conexión eterna
Que trae a la memoria los amores de tiempos pasados

No pertenecemos a ningún lugar
pero sin embargo somos del universo entero
como nunca
como siempre
por siglos y siglos...


Fabián Méndez. 23-05-2014, 22:46 hs.

lunes, 7 de julio de 2014

A veces, también soy de carne y hueso

Tengo mis dudas. Sin embargo, aun sigo en pie.
Sé que todo sucede tan de prisa… pero luego también se, que todo está ocurriendo ahora mismo…
Tan pronto como me dé cuenta, de donde he estado, y a dónde voy.
He recorrido muchas distancias. Miles de kilómetros. Miles de galaxias, de sistemas solares… a través de la infinidad de este vasto universo…
Se que tengo mis dudas, pero sigo moviéndome.
Acaso es mi sentido de eternidad el que me va renovando conforme voy caminando en esta vida, en estas vidas?
Quien sabe.
Hay que amar demasiado para rendirse… hay que amar demasiado para rendirse…
O solo hay que amar?
No tengo las respuestas. O aun no las veo.
Me siento un viajero. Un viajero que viaja solo
He buscado por tanto tiempo alguien que me tome de la mano y camine conmigo
Que se comprometa conmigo
Que vea quien soy, por como soy, así como soy
Aún no te he encontrado
O acaso si?
Cuando llegarás?
Quizás sea que esté cansado de caminar solo
Siento que llegó la hora de encontrarte
Ya no quiero perderte, ya no quiero ir solo
Creo que llego la hora de cerrar las etapas
O quizás las etapas ya se cerraron
Que estamos esperando?
El tiempo no es nada… sin embargo sigue pasando
Estoy cerca de los 27
Y sigo esperando
A que llegues

Y no te vayas

miércoles, 21 de mayo de 2014

Etapas


En mi vida, he pasado por muchas cosas.
De diversa índole.
De todas esas cosas, he aprendido
He adquirido experiencias
He crecido como ser humano
He amado, he sufrido
Llorado y consolado.

Ha sido ya, largo el camino recorrido
No se cuánto aún queda por caminar
Estoy cansado
Y se que se acaba de concluir una etapa más de mi vida.

Hoy cierro un capítulo
Hoy comienzo uno nuevo
Una nueva hoja que escribir
Un nuevo camino que recorrer

El mensajero de la luz divina DEBE continuar.

sábado, 3 de mayo de 2014

Época de Cambios: El arte de dejar ir.


Época de cambios: El arte de dejar ir.
Una vez más, me encuentro frente a frente, con una hoja en blanco, en una pantalla brillante. Ante el desafío de -a través de estas líneas- tratar de sacar todos los sentimientos que me embargan especialmente en esta época de transiciones.
Estoy experimentando la evolución de la vida, desde sus diversas perspectivas, mirando crecer a las personas que desde hace unos años han permanecido en mi vida, y contemplando quizás, en la lejanía, a aquellas personas que ya han partido de la misma.
Sinceramente, es difícil explicar la mezcla de sentimientos que invade mi ser, pues siento una gratitud tremenda por haber llegado hasta este punto de mi vida, "vivo", y con la salud que Dios me regala todos los días. Sin embargo, siento nostalgia de los tiempos pasados, de los momentos vividos, de las risas que soltamos, de las experiencias que vivimos, algunas personas de mi vida, y yo.
Crecer es obligatorio, madurar es opcional, decía una amiga mía. Supongo que hay algo de verdad en ello. Pero... por qué nos cuesta a veces madurar? Quizás sea el miedo al cambio, a enfrentar las zonas desconocidas de nuestro ser, a ver al mundo tal y como es, o cosas así. Yo aprendí que a mí me cuesta madurar por miedo a perder. Si, luego me di cuenta que es muy tonto  pensar en crecer y madurar como una pérdida. Pero necesariamente para subir un escalón hay que abandonar el anterior, es el proceso natural de la evolución. Así como después de la vida, hay muerte, y luego vida... por siglos. Llega un punto en la vida en el que uno se pregunta ¿qué es lo que deseo para mí? que es lo que busco? hacia dónde quiero ir?
Estas preguntas me las hice hace casi 10 años, cuando decidí que quería convertirme en arquitecto. Era aún un adolescente de 15 años, sin idea de cómo sería el mundo en la realidad. Pero tenía un sueño. Quería llegar a ser como mi papá.
Amo lo que hago, de verdad. Sin embargo, heme aquí, diez años después, a meses de graduarme, y es cuando vuelvo a preguntarme: en 10 años, en dónde quiero estar? qué quiero ser? a dónde quiero ir?
Obviamente, las circunstancias de la vida ya no son iguales a las de hace diez años. Tengo dos hermosos sobrinos que tienen mi corazón y mi amor, por completo, mis padres, mis hermanos, mi círculo se volvió mucho más importante, la familia cobró mayor importancia que cuando vivía en mi burbuja adolescente. Es casi como que la realidad del mundo ha hecho darme cuenta de cuán importante es tener un lugar en la tierra, al cual llamar "hogar".
El Fabián de hace 5 años también es diferente. El muchacho lleno de dudas, inseguridades, que comenzaba sus primeros pasos dentro del mundo de la arquitectura, es hoy una persona más afianzada en sus creencias, en su fe en la vida, en la familia, en el amor -a la familia y a la profesión-, y aunque sienta que ya no soy "el chiquilín" de antes, mi esencia siguie estando ahí, inmutable... me sigue gustando con locura cantar, me encanta la música, el dibujo, reirme hasta quedar sin aliento... a veces pienso que de verdad jamás dejé de ser aquél niño soñador de 15 años con tantos anhelos y fe en el futuro...
Es cierto y debo admitir que a veces tengo nostalgia, principalmente por personas que formaron parte de mi vida, y que lastimosamente hoy ya no están a mi lado. Pero entiendo -aunque me cueste- que a veces, las personas llegan a nuestras vidas, sólo por un momento, para ayudarte a pasar un escalón, una vez terminada su misión, se alejan y continúan su camino, así como uno continua el propio.
Una persona importante en mi vida -ella sabe quién es- se casa en un mes. Y siento una mezcla de sensaciones. No sé si llamarlo pérdida, pues lo estaría negativizando, y para nada es negativo el unirse en matrimonio a alguien que se ama. Yo más bien lo llamaría "evolución". Pues esa persona está trascendiendo al siguiente nivel de su vida, donde todo cambiará en cuanto a la forma de ver las cosas, quizás. Creo que el "miedo" de perder una compañera de viaje me deja algo melancólico, pero sé que forma parte de nuestra evolución, que es ley de vida, y para nada afecta el amor que ambos sintamos unos por otros.
Por otro lado... extraño muchas cosas. Extraño soñar más. Extraño viajar en el sueño y recorrer sitios nunca antes vistos... Siento como que mi alma ya ha recorrido miles y miles de millones de años, y que mira hacia atrás en el tiempo... y siente la distancia de lo recorrido.
Creo también, que extraño mi ser. Extraño mi color azul, el color con el que nací. Creo que extraño luchar por mis sueños... creo que en algún momento me quedé sin fuerzas para luchar, quiero recuperar esas fuerzas y esa voluntad para salir adelante. Creo que ya he viajado por millones y millones de planetas y galaxias, y siento cierto aire de eternidad, algo que no puedo contener en mi pecho y necesito expresar en estas líneas.
Creo que extraño viajar en el tiempo... creo que extraño cantar y soñar con llevar a todos mi música, la música de mi espíritu... Es que a veces pienso que he recorrido millones y millones de siglos y eones de tiempo... Creo que esa eternidad me estremece y supera todo lo que mis emociones humanas puedan experimentar...
Creo que extraño mi sensación de eternidad... Creo que me extraño a mi mismo, que me quiero y me necesito... creo que me doy cuenta que estoy solo, pero a la vez nunca estuve solo, que siempre tuve el Universo y el Universo me tuvo, desde todos los tiempos, desde todos los soles... Creo que desde toda la vida los ángeles del cielo me han tomado la mano en mis sueños y me enseñaron sobre el amor, sobre la libertad, sobre la plenitud, pero en algún lugar de mi vida, dejé mis libros celestiales y quiero reencontrarme con ellos... Creo que extraño muchísimo ese ser de luz que vino a la tierra para irradiar esa llama que solo a través del AMOR INFINITO puede brillar...
Creo que extraño el amor.
Creo que extraño mi eternidad, creo que extraño mi inmortalidad.
Siempre fuimos y siempre seremos, más fuertes que miles de galaxias juntas, creo que somos por siempre felices en el eterno presente y en el eterno día, en la eterna noche estrellada, en la eterna brisa del mar inmenso... Creo que nuestras vidas nunca pueden acabarse, pues estamos hechos de polvo divino...
A mis 26 años me encuentro, una vez más, en una época de cambios. Donde recuerdo mi infancia, la adolescencia feliz, la vida joven y la incipiente adultez que me plantea nuevos desafíos. Extraño muchas cosas. Pero agradezco al Universo haberme permitido vivirlas. Las dejo ir en paz. Creo que hoy comienzo un nuevo capítulo de mi vida.

Una nueva luz despunta en el horizonte. Es la fuerza del sol, anunciando el alba; la obra de Dios, el amor en acción. Esa luz hoy brilla en mi rostro, lo miro de frente, y firme, camino. Adelante.

domingo, 9 de febrero de 2014

Esto lo he escrito cuando cumplí 25 años, en el 2012.

Todos los sucesos en mi vida me han llevado a crecer y viajar por lugares que jamás imaginé recorrer…
Hoy soy grande… y tengo otras responsabilidades… pero mi corazón y mi espíritu permanecen tal cual han venido a esta tierra cuando le fuera encomendada su misión.
1.       La luz que transmito es una luz que no me pertenece, le pertenece al Universo.
Sin duda, hay cosas que debo hacer, y debo hacerlas uno a uno, paso a paso, camino a camino… y así como alguna vez leí por ahí.. hay que cerrar las puertas que ya no llevan a ningún lugar, para poder abrir y dar lugar a nuevas puertas, nuevas vivencias.
Las personas con quien nos toque vivir experiencias en el presente, pueden no estar en nuestro futuro, o nosotros en el de ellos… por ello, agradezco a cada persona que está en mi presente, y a aquellos que alguna vez lo estuvieron… aprendí muchísimo de cada uno de ellos, estoy muy feliz por todo lo que aprendí de esta vida, estoy feliz de ser quien soy, estoy muy agradecido a la vida y hoy puedo valorarme más por lo que soy, por que el papel que me toca interpretar cada vez está mas claro para mi. Y me enorgullezco de ello.

En el nombre de Dios, doy HOY, MI SIGUIENTE PASO. AMÉN.

domingo, 26 de enero de 2014

Época de Cambios

Sin dudas, el año 2014 ha traído consigo nuevos desafíos. Y hablo de aquellos que ponen a prueba tu capacidad de supervivencia.
He leído por ahí, que "solo sobrevive quien se adapta mejor al cambio"... Pero yo añadiría que uno sobrevive, y no solo lo hace por esa razón, lo hace por que en realidad debe VIVIR! He aquí la razón de nuestra existencia. Si estamos aquí es por una razón, en vista a que nada en el universo está librado al azar, y es nuestra misión ir descubriendo nuestro camino, irnos descubriendo a cada paso...

Sin dudas, una vez que dejé llevarme por lo emocionante que es recorrer mi camino (y aceptar que por tiempos, debo caminarlo solo, para aprender) pude liberarme y permitir que lleguen cosas y personas maravillosas a mi vida.

Eso es lo emocionante de aceptar. Eso es lo emocionante de caminar.

Quizás por miedo a equivocarnos no damos el siguiente paso que debemos dar en nuestras vidas, por el "error" que nuestros mayores insertaron en nuestras mentes: "No hagas tal cosa que te irá mal", o "No te arriesgues, quédate ahí mismo donde todo es conocido"... No me enseñaron que el error es signo de aprendizaje, y que sólo equivocándome doy un paso más hacia la evolución -personal-.

Y agradezco a Dios, a mis seres Espirituales por la fuerza que me es infundida cada día, esa fuerza que me ayuda a levantarme cada vez que decaigo, para abrir los ojos cuando amanece, y observar con un corazón lleno de gozo, la impresionante magnitud del sol, desplegando la magnificencia de sus primeros rayos dorados del alba, trayendo consigo la fuerza del VOLVER A EMPEZAR.

Aquí
y
Ahora.