jueves, 7 de noviembre de 2013

Aprendiendo a Amar

Habla Señor, que tu siervo escucha...
si bien la vida dura finalmente solo un instante, todo ese instante al que llamamos vida, no deja de ser una gran escuela, un gran aprendizaje.
De todos los millones de colores, de todas las galaxias, las estrellas, los planetas, las personas que existen en el planeta, la cantidad de arena que hay en el fondo de todos los océanos y en las playas... Sólo y únicamente importa el amor con que se las conciba, de la ternura con que se las admire y la pasión con que se las cuide, a cada uno de ellos. Porque todos somos hermanos, todos vinimos para evolucionar.
Somos uno solo en el amor, uno solo en Dios, en todas las cosas que hacemos, por más que pensemos que estamos divididos y compartimentados en casilleros estancos, todo al final del día converge en un solo punto, una sola teoría se impone al final, solo el amor puede salvarnos, el amor es lo único que nos puede hacer plenos en el perdón -que no es más que la manifestación viva del amor en acción, es eso, es amor en acción.- la tolerancia y la solidaridad hará de nuestro mundo, un sitio mejor para nosotros y nuestros hijos.
Si tan solo nos detuviéramos a pensar, que nuestras acciones tienen consecuencias, pensaríamos que realmente es conveniente hacer el bien, no por temor a recibir un castigo, sino porque al hacer el bien, recibimos multiplicado por mil, en bendiciones, todo lo que hicimos, porque así actúa Dios cuando ve una obra de amor, una obra de bien.
Dios nos ama y eso es suficiente motivo para amar a todos nuestros hermanos y ayudarlos a progresar en el camino de la evolución. Porque de eso estamos hechos, nuestra materia prima es el amor. Es el punto de partida, el principio y el final. La tolerancia, la sencillez, la humildad, la mirada tierna y compasiva hacia el sufrimiento del otro, sin temor a nada. Cómo es posible que temamos? cuando Dios mismo nos dio la promesa que estaría con nosotros hasta el final de nuestros días...
Es importante recordad con vehemencia que, en el camino que nos toca transitar, por más que a veces sintamos la soledad golpear, no caminamos solos. Debemos recordar nuestra esencia hecha de amor, solo y nada más que de amor, para nosotros mismos, para los demás... Comencemos por amarnos a nosotros mismos, ese es el gran secreto... perdonarnos y amarnos primero a nosotros, y luego como una flor, ese amor florecerá para abrirse con todo su fulgor, su intensidad, hacia los demás.
"Al pasar dejaste una estela, de tanto amor que irradias..." Por favor, mundo, seres humanos, démonos cuenta que estamos hechos sólo y nada más que de amor, esa sustancia que mueve al universo a cometer actos de locura, de locura de amor!!! No nos quedemos ahí nomas .. en el molde, atrevámonos a amar con intensidad, a hacer, a SER! a través, a partir, desde el AMOR.

El amor es todo lo que necesitas, el amor es todo lo que das. No tiene principio, ni final. El solo ES, porque así siempre fue, y eso a él, le basta.

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