domingo, 8 de diciembre de 2013

Unido a mi Dios

Señor mio, y Dios mío.

Tu eres la inspiración que me ayuda a elevarme por sobre el plano de mi propio egoísmo, para ver con amor, que todos en realidad somos como granos de arena en la inmensidad del océano. Granos de arena ante tu amor y tu piedad que no conoce límites.
Somos granos de arena en el Universo, y la única forma de trascender y marcar la diferencia, reside en el amor que podamos poner a las cosas y a los seres que viven con nosotros, esta experiencia en la Tierra.

No es sino Tu amor, el que me enseña a mirar directo al alma de mi hermano, de otorgarle una mirada de piedad y de amor, directamente a su alma y conocer el color de su luz, a reconocerme uno con todos mis hermanos a través de la historia de los tiempos, desde el principio hasta el fin.

Señor, no es sino tu amor el que puede ser capaz de sondearme y conocerme, revisar mis entrañas y descubrirme en cada respiración, vives en cada uno de mis poros y me das aliento de vida, me haces uno con el dolor y sufrimiento ajeno, me das la dicha, me das la paz. Me enseñas que no existe sentimiento más perenne que el amor hacia los ancianos, los niños, y la sonrisa de los padres, que no existe limpieza superior al de las lágrimas en los ojos.
No hay otro como Tu, mi Dios, quien llena de gozo mis días y es mi fortaleza ante las adversidades de la vida, y en la noche oscura, no existe nada mas que tu Presencia para consolarme y darme nuevo aliento de vida.

Siempre fuiste tu quien guió mis pasos desde el momento de mi concepción Divina, desde la eternidad de lo infinito, y eres Tu, la certeza de que mis días en esta Tierra son meramente pasajeros, y que por ello, debo aprender siempre a través de Tu Misericordia, a ser Faro de Luz y de Amor, Mensajero del Perdón Divino para con cada criatura y cada elemento de esta Tierra, para así cumplir con Tu Santa Voluntad de Perfección.

Y yo sé, mi Dios, que es Tu Voluntad la que me lleva a cometer los actos más increíbles a través del amor que siempre me susurras, inspiras y motiva, que me consume el corazón y me lleva a amarte y fundirme en tu Santa Mente.
Señor Mio, y Dios Mío, Tu eres el principio y el Fin, y todo lo que está contenido en tu Mente Santa, es por siempre Santo y Eternamente Divino, y está unido a tu Sagrado Amor, por los Siglos de los Siglos.

09-12-13

01:13 am

(Fuente de imágen: http://palestra-tucuman-info.blogspot.com/2013/04/de-la-duda-la-fe-senor-mio-y-dios-mio.html)

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