lunes, 1 de enero de 2024

Cambio de Ciclo

 1 de Enero de 2024


Enfrentarme a una nueva hoja en blanco siempre supondrá un gran desafío. Sobre todo por lo que supone un nuevo balance de todo lo que ha quedado atrás y las metas que supone un año que inicia.

Habría que considerar la vida como una espiral de posibilidades infinitas, sin embargo, no nos gusta incorporar dentro de esa espiral, la finitud de nuestra vida. Que todo indefectiblemente acabará un día.

Antes, años atrás, normalmente me invadía una sensación de vacío en estas fechas. Quizás de desilusión. Haciendo un balance, hace unos años me sentía defraudado ante la vida. No tenía ese “amor” del que todos hablan. No estaba en ese “país” en donde supuestamente sería feliz plenamente. O quizás no tenía esa supuesta “estabilidad” económica, o esa “beca de estudios” que me prometía la felicidad plena.

Unos años atrás, he sufrido enormes pérdidas, la muerte de mi padre supuso en mi un quiebre y un gran cambio de paradigma, fue aprender a vivir sin él, y aprender a vivir sin el Fabián de los primeros treinta años. Ese fabián sobreprotegido, y que no debía ser él mismo (gay). Supuso siempre una suerte de camuflaje.

Enfrentarme a la soledad que supone la pérdida me ha hecho enfrentarme indefectiblemente conmigo mismo. Debo reconocer que haber hecho terapia en ese momento me ha ayudado a transitar el dolor de la pérdida y a incorporarlo sanamente a mi vida.

Las pérdidas implican también, dolorosos procesos de duelo, dentro del cual, tambien tuve que aprender a duelar el hecho que la vida no ha sido como yo me lo había imaginado. Haber vivido tantos años confinado mentalmente me había hecho creer que mi mundo imaginario era mi mundo real, pero no es así. La realidad siempre superará a la ficción de nuestra mente.

Perdí amistades, quizás también perdí amores, personas que me querían bien, pero ¿cómo hubiera podido yo darme cuenta cuando un amor fue genuino, de una simple ilusion? cuando ni siquiera yo me conocía a mi mismo?

Haciendo un balance de estos ultimos -al menos- cinco años, puedo darme cuenta de cuantos cambios operaron en mi interior.

A mis treintaiseis años, esta navidad y este año nuevo fue un poco diferente.

Haber conocido personas que me aceptan y me quieren tal y como soy -lo cual no me lo esperaba sinceramente-, han generado efectos internos, muy internos en mi. Me di cuenta que no debo cambiar quien soy para sentirme amado, aceptado, integrado, acompañado, simplemente querido.
Esta es una sensación que nunca tuve. Nunca supe que se siente que te quieran por ser como sos. Lo más irónico, es que tengo amistades de muchos años que siempre estuvieron a mi lado queriéndome tal cual soy, pero no fue hasta que conocí personas dentro de mi círculo laboral-profesional , que también me quieren y me aceptan como soy, que pude integrarlo a nivel emocional y mental. 

Quizás este impacto se deba también, a una mayor independencia económica, ahora que ya soy un adulto y profesional independiente, que abrazó su carrera y su vida como es (hay que reconocer que la sicoterapia fue fundamental en este proceso), además supongo, haber vivido tantas pérdidas me obligaron a mirar mis heridas y enfrentarlas en soledad, pero siempre acompañado por mi terapeuta y amigos que estuvieron para sostenerme.

Haber vivido una vida con muchas carencias, principalmente a nivel emocional, creo que fue de los mayores desafíos que tuve que aprender a resolver en mi vida adulta. Hoy miro atrás y entiendo tantos vínculos afectivos desde la necesidad de llenar un vacío que nunca se llenaría, a no ser que me hubiese atrevido a abrir heridas y enfrentarme a sanarlas.

Pero retomando la idea del balance de fin de año e inicio de otro. este año fue muy diferente al de los anteriores. En el sentido que esas sensación de vacío se vió extrañamente colmada, con la presencia de mi familia. Pareciera que estuve más presente con ellos. Diría más “conectado” y agradecido por la presencia ,  por el simple hecho de “estar”. Una sensación de calma. De no necesitar a nadie, más que a ellos. De mirar atrás y simplemente agradecer por el trabajo y los amigos que sí me aceptan y sí me aman tal y como soy. ¿Por que yo no podría amar y aceptar a los demás, tal y como son? Ese es un pensamiento poderosamente sanador, poderosamente liberador. Y me quedo con eso. Con ese amor que sana. Con ese amor que salva. que integra, que unifica, no divide. 

Otro de los aprendizajes a mis treintaisés años, fue el tema de los vínculos. De amistad, de pareja, de trabajo, de familia.

Los vínculos y sus diferentes límites. Creo que los vínculos necesitan límites saludables para que puedan funcionar en armonía. Para que no se conviertan en una espiral de demandas insatisfechas. Conocerme más me permitió ponerme límites o al menos aprender a reconocer un poco más cuales son mis límites, hasta donde puedo dar, y donde debo reservar mis energías para mi mismo.

Aprender a ponerme y poner límites para los demás, hoy creo es fundamental, para poder vivir una vida tranquila y lo más armoniosa posible, límites que me permitan dar lo que tengo para dar, y guardar para mí, esos espacios de soledad que son tan necesarios e importantes. Límites para que mi familia no intervenga en mi intimidad ni en mi privacidad, para no darles ese poder de lastimarme, como lo hicieron por muchos años, y hasta quizás sin darse cuenta, es que ¿como podrían saber el daño que causan, cuando ni siquiera ellos reconocen sus propios límites? Ojo, no estoy justificando conductas agresivas. Si, reflexionando.

Otro gran aprendizaje, tiene que ver con la soledad.

A mis treintaiséis años, la soledad adquiere matices muy diferentes.

La soledad como aliada, como compañera, como amiga. Como ese espacio seguro tan necesario para recuperarse, para rearmar piezas, para reorganizar estrategias, para integrar ideas. Esa soledad que es verdadera compañia, que acompaña procesos. Que sana. Ya no es esa soledad amenazante, intimidante, que asusta, que da miedo, terror. Sino todo lo contrario. Tengo que reconocer aquí, el efecto de la sicoterapia y la medicación, en la mitigación de la ansiedad, que a su vez me permitió a lo largo de los -al menos- últimos dos años, integrar estos espacios de soledad como aliada a mi proceso de conocimiento y sanación.

Otra idea que me gustaria abordar es la importancia de la meditación y la práctica de Yoga. 

Meditar se ha vuelto una de mis prácticas favoritas, me ayuda o más bien, me facilita un camino para volver a mi interior, es una de mis rutas favoritas cuando quiero volver a mi “casa interna”. Me conecta con eso tan importante que es para mi, amarme y cuidarme. Es un espacio sagrado donde me conecto con lo más grande, con eso que me mueve, con mi cuerpo, con mi mente, con mi espíritu. Me conecta con lo más básico que es respirar y vivir en el momento presente. Quizás todos estos procesos que estoy integrando a mi vida adulta los deba a haber vuelto la meditación , una práctica más constante que en los años anteriores. Meditar y la práctica de kundalini simplemente me hace feliz, y me siento profundamente agradecido por ello.


Todas estas refleciones me permiten dibujar un boceto de mi mismo, de mi interior, y me permiten ver que quizás, las cosas no están tan mal como parecen, que existen personas y que tenemos recursos que nos permiten “estar bien” por el simple hecho de vivir, entendiendo que vinimos al mundo para ser felices , no para sufrir y mucho menos para hacer de esta existencia, un constante padecimiento. Me permite ver que tengo recursos, y muchos, para optar por cosas que me enriquecen, que me alegran , cosas simples, que me permite disfrutar de lo que hago todos los dias, a pesar de las dificultades que se puedan presentar en el día a día.


Lo que ya fue, ya no podemos cambiar, ya pasó, y debo permitir que quede en el pasado. Lo que puedo enmendar, lo enmiendo con un intimo cambio de actitud, primero hacia mí mismo, luego hacia la vida, hacia los demás. Los errores se corrigen, haciendo lo que está a mi alcance, y lo que no está a mi alcance, debo permitir dejar ir.

Si, siempre tuve ese pensamiento de “luchar” para lograr algo. Hoy simplemente prefiero “descansar” para poder avanzar hacia la siguiente etapa, que seguramente tendrá sus desafíos, pero eso ya se verá en su momento. Hoy toca reflexionar, integrar ideas, organizar mentalmente lo que sí quiero de positivo en mi vida y para mi vida, y desde ese centro, dar el amor y la compañia que tengo para dar a los demás, siempre desde ese ser auténtico que soy, valorando la vida y los dones que se me ha otorgrado.


Para cerrar, creo importante, reflexionar sobre la idea de la GRATITUD. Como concepto, premisa de vida, como leit motif. Sin la gratitud mi vida sería muy diferente. Me siento una persona afortunada y profundamente acompañada, a pesar de los momentos de depresión en los que me sumerjo en ocasiones. Me siento una persona vista, amada, valorada, y para mi, eso es sumamente importante, es una de las cosas más valiosas, razón por la cual me siento honrado y agradecido. La gratitud abre las puertas de la abundancia, del amor, de la paz interior. La gratitud como norte, me permite avanzar hacia un horizonte más humano, más real, más coherente con mi filosofía de vida.

Gratitud por las pérdidas, pero tambien por las ganancias

Gratitud por lo que fue, pero tambien por lo que será

Gratitud por las carencias pero también por la abundancia

Gratitud por el simple hecho de estar vivo.


Estas son mis breves reflexiones en este año que se inicia. Espero continuar escribiendo más en este año 2024. Sat Nam!

jueves, 15 de septiembre de 2022

Dejarme amar, permitirme el amor

 

Hace mucho tiempo no me enfrentaba a una nueva página en blanco. Una página que desafíe mis propios miedos y limitaciones, Y a pesar de todo el tiempo que pasó y todas las experiencias que me han tocado vivir en estos últimos (al menos) 5 años, aun me cuesta trabajo sentarme a poner en orden mis ideas, quizá por que no me hice un tiempo para mi mismo y ordenarlas, sentirlas, apropiarme de ellas… y dejar de andar como un robot automático.

Son demasiadas cosas que tengo en mi mente, experiencias vividas, momentos, despedidas, duelos, partidas, y también llegadas, muchas muchas llegadas, buenas llegadas, corazones abiertos, abrazos, cariño, diálogos sinceros… tantas cosas que de verdad a veces tanto me abruma

Me gustaría hablar por de pronto, y para comenzar, de mis pérdidas.

Van a ser 4 años de la última vez que pude tocar a mi papá, de verlo, de aquella despedida. Y a pesar de haber elaborado a lo largo de los primeros dos años de su ausencia, mi duelo, hoy miro su fotografía y aun lo extraño, a veces siento que me ahogo en su ausencia… Pero luego recuerdo tanto amor y tantas experiencias juntos, que me siento tan bendecido y satisfecho de habernos tenido el uno al otro en nuestras vidas. Me siento afortunado de que él, con todas sus virtudes y sus defectos, haya sido mi papá, y que lo seguirá siendo por eones de tiempo, siempre será mi papá, y siempre seré su hijo, y de alguna manera, aunque a veces me sienta solo, se que él está conmigo.

Papá

Donde quiera que tu espíritu siga navegando su curso… en algún rincón de este infinito amor que siento por vos y que no ha muerto… quiero que sigas sabiendo que mi amor sigue su curso contigo, que te sigo amando tanto como te he amado siempre... y que simplemente ese amor me acompaña en mis días oscuros y en mis días luminosos, ¡siempre vos! ¡Me quedo mudo ante tanta belleza, papá!

Mi cuerpo ya no es el de antes

Siento como mi mente necesita descanso, un poco de reposo, tomarme mi tiempo para cada cosa, para cada momento, para sanarme y recuperarme, por que es muy importante que tenga conciencia de él en la medida que voy creciendo y haciéndome más maduro. Son otras mis necesidades físicas y se, que quizás no estoy atendiendo todas ellas, y necesito cuidarme más, para poder entrar a esta nueva etapa de los 35 años siendo más conciente de todos mis cambios hormonales y físicos, alimenticios, metabólicos.

Siento que una parte mía, como una piel,  ya vieja, se desprendió, pero aun no termina de soltarse. La vieja piel del prejuicio hacia mi mismo, el no verme, no reconocerme tanto en mi mismo como con el otro, con mi prójimo, con el que me mira y me hace enfrentarme a mi propio espejo, por que finalmente somos un poco el reflejo de lo que llevamos adentro. Estoy descubriendo nuevas maneras de verme en los otros que me rodean y ser más empático.
Todo el trabajo que vine haciendo con mi vida necesita ponerse en práctica hoy, que me necesito más que nunca… Enfrentarme a mis viejos  y bien conocidos miedos, por que sinceramente estoy cansado muy cansado de correr y ocultarme, de poner una valla, un muro demasiado alto que me impide conectar con mi dolor , con mi vulnerabilidad, y que me priva del amor que los demás tienen para darme,

¿Cuál es el límite sano que me permite ser libre sin dañarme y sin dañar a los demás? Ese es el desafío de esta etapa de mi vida. Ser concientes. La conciencia de que todos vamos por la vida intentando sanar tantos dolores y tenemos derecho a ir cambiando conforme pasa el tiempo y nosotros también experimentamos ese “ser en cambio”.

En cuanto a mis vínculos, y los lazos de familia y la amistad, más los nuevos lazos que he generado en el trabajo, lazos de amistad y de compañerismo, prácticamente tuve que ir descubriéndome de vuelta a mi mismo en frente a los otros, y desechar viejas creencias, arraigadas desde hace demasiados años, quitarme la venda de los ojos , y mirar con un corazón transparente, al otro tal cual, y sobre todo, el gran y mayor desafío, es aprender a amarme y aceptarme a mi mismo y en ese “siendo” permitirme mostrarme sin máscaras ante los demás. Un ejercicio de amor propio y de reconocerme valioso por lo que soy, no por lo que aparento ser. Ese siempre fue mi mayor miedo a enfrentar, y a lo que me estoy enfrentando en la actualidad

Por que me cuesta tanto dejarme amar? Que hay ahí adentro que no me permite dejarme crecer en el amor, desde el amor y hacia el amor?

Que es lo que tengo que ir descubriendo de mi mismo que me permita descifrar las claves que a mi mismo me permitan el disfrute del amor sin condiciones? Principalmente sin condicionarme a mi mismo y desde ahí, no condicionar al otro. Por el simple hecho de amarme, amar y respetar la libertad y la independencia del otro/otra.

Hace un año mi vida dio un giro trascendental donde tuve que desbaratar viejas estructuras que ya habían quedado desfasadas para lo que necesitaba experimentar para crecer.

Un quiebre en la familia, una nueva vida, un nuevo departamento, la vida en solitario, un nuevo trabajo, nuevos compañeros, nuevos amigos, indefectiblemente nuevos lazos… Un corazón roto y una vida marcada para siempre por la llama del amor.

Todo me enseñó a verme a mi mismo como creador y merecedor de las bondades de este universo tan maravilloso que tiene todo dosificado en su momento perfecto.
Lo que tanto miedo me generó finalmente lo tuve que enfrentar , desde la aceptación de mi sexualidad, pasando por mi vínculo con mi familia, con mis amigos, con mi pareja de aquel entonces… Hasta llegar al vinculo más importante: mi vinculo conmigo mismo, con quien soy en lo mas profundo, cuando no puedo escaparme de mi, ni enmascarar mi realidad en otros afanes.

Todas estas experiencias de vida, tantas cosas vividas en todo este tiempo, solamente me sirvió para una sola cosa: ir hacia mis profundidades. No mentirme más. No ser otra persona más que yo mismo, desde mis profundidades. Equivocaciones y aciertos incluidos. Ignorancia y conocimiento inclusive. ¿Quién me creo que soy, para condenarme, por no saber aun amar sin ataduras? Cuando lo único que siempre recibi fueron rechazos y juzgamientos por ser lo que soy?

Todos estos años, al menos los últimos 5 o 6 años, fueron años de cambios, profundos, desde las diferentes pérdidas por las que tuve que transitar, hasta encontrarme con mi yo adulto de (ya casi) 35 años. Y miro atrás y han pasado 10 años, y como que casi no me reconozco de tantas transformaciones que tuve que vivir… tanta mutación… tantos dolores indescriptibles… tantas pérdidas!

A veces miro con añoranza aquellos años donde aun estaban todos esos seres queridos que hoy ya no están, y me cuesta , aun duelen esas ausencias, o no se si sea que me duele que el Fabián que existió en el año 2010 – 2013… por esas épocas… es solo eso, hoy, un recuerdo de aquellos dias…. No puedo evitar la nostalgia que me dan aquellos recuerdos en color sepia ya… Forman parte de mi historia, recuerdos dolorosos y de felicidad a la vez.

Quizás el pasar de los años me dio una fortaleza diferente a la que antes tenía, pero siento que hay algo que no cambia, algo quedó del Fabian de ayer… esa esencia, esa inocencia, ese sentimiento de pertenecer a algo Superior… un amor más allá del tiempo…

Me interesa mucho descubrir quien es el Fabian del Hoy. Del 15 de septiembre de 2022. Que cosas le gustan a Fabian, como es él cuando está solo y cuando está con sus amigos. Como es Fabian cuando está triste y cuando está feliz, cuando se siente realizado, cuando tiene ganas y cuando simplemente no quiere saber nada del mundo. Como es el Fabian cuando se tiene que enfrentar a un miedo, cuando debe impulsar una conversación complicada…

Quien soy? Que es lo que quiero para mi vida? Y para las personas que son significativas para mi vida? Como me gustaría relacionarme con ellos? Quienes son esas personas? Como les expreso lo mucho que significan para mi? Cómo hago? Como enfrento el miedo al abandono y al rechazo?

Yo quiero ser feliz. Quien no lo quiere? Pero que cosas hago que me muevan hacia esa felicidad? Acaso la felicidad es un estado del ser, no un objetivo a alcanzar?

Quienes son las personas que forman parte de mi felicidad? Como me muevo entre ellos y mi propia vida, mi propio amor y mi propia autenticidad?

Creo que para poder ser feliz necesito mostrarme tal cual, amar tal cual, como soy, sin miedos, derribar las murallas que me separan, poder mirar más allá del dolor del pasado, y de los recuerdos que duelen, revisar donde están esas heridas que necesitan ser atendidas…

También, como pido ayuda? A quienes me dirijo para poder expresar lo que me duele? Por que esta visto que encerrarme en mi dolor no resuelve nada, al contrario, agrava las cosas.

Aquí, lo lindo de todo este ejercicio, es que a mi me permite irme conociendo un poco mas, en otras facetas totalmente desconocidas. Necesito seguir este camino, irme descubriendo, sin miedo. Sin miedo a transitar el camino solo. Ver la soledad no como algo pesado, más bien, como un compañero de camino fiel y amoroso.

En este camino, que me ofrece tantas oportunidades, pero que me exite que despierte… que despierte.. que despierte a  mi verdadero ser, a mi amor, a ese amor que soy desde hace siglos, que soy y que seguiré siendo, por que desde el inicio siempre fui amado y soy ese amor que se va expandiendo y se conecta con todo el Universo.

Quizas todo lo que escribo no es con el fin de darme mis propias respuestas, sino mas bien, irme formulando nuevas preguntas, preguntas más adecuadas a mi etapa de crecimiento, cuestionarme más, ir más hacia lo profundo, para ver, echar un poco de luz a tanta cosa oscura que yace ahí.

Quizas solo sea eso, quizás no este buscando respuesta el dia de hoy, más bien, las palabras que puedan sacar de adentro todo esto que voy sintiendo a la medida que las experiencias de la vida cotidiana me mantienen ocupado viviendo.

Quias la idea sea replantearme la forma en que me vinculo conmigo mismo, y como me permito amarme y amar a los demás, desde otros lugares antes inimaginados.

Permitirme errar y también permitirme, volver a comenzar.

viernes, 10 de diciembre de 2021

Coloratura del Adiós

 


Con el tiempo he aprendido que el dolor y la tristeza siempre te visitan , y que forman parte de tu vida

Y esta bien que así sea. También quieren ser bienvenidos, también quieren ser amados

También forman parte de nosotros

También quieren ser.

Somos eso. Somos las despedidas, los momentos tristes.

Somos las pérdidas. Lo que vamos dejando atrás

Somos ese llanto por las noches

Somos la oscuridad y las cosas que no comprendemos

Ellas también existen y forman parte de nuestro sentido de vivir

Claro que si, ellas también viven en nosotros.

Las grandes pérdidas están aquí como grandes maestros que nos muestran el camino para poder seguir

Si no las reconocemos, nunca sabremos cual es el siguiente gran paso, el siguiente gran sueño.

Somos el camino que elegimos seguir

Y somos mucho más allá del dolor y esas pérdidas

Somos muchísimo más que las despedidas, y las lágrimas

Somos mucho más que la oscuridad de encontrarnos solos en el medio del destino

Somos mucho más que eso que percibimos y como nos autopercibimos, por más que no podamos ver

Si, si señor. Somos muchísimo más que eso.

Hoy simplemente quiero rendir homenaje al adiós

Quiero dar las gracias al adiós.

El adiós me acompañó y me acompañará todos los días

De mi vida.

Hoy le digo a la vida, gracias. Por las bienvenidas. Y también

Por el adiós.

miércoles, 24 de noviembre de 2021

Carta a Marcos

 

Marcos

A punto de cumplirse 2 meses desde la ultima vez que nos vimos, quiero que sepas que me es increíble todo lo que viví todo este tiempo que pasé sin saber nada absolutamente nada de vos.

La vida continuó, pasaron muchas cosas, muchos cambios internos en mi vida y en mi familia también, con el hecho que me vine a vivir solo, y eso generó un gran movimiento interno en mi estructura familiar desde que falleció papá en el año 2019.

Es simpatico pero creo que nunca llegaras a leer esta carta, sin embargo aun te siento muy cerca, y de alguna manera te siento conmigo. Es una sensación muy extraña.

Aun siento tu abrazo y tu mirada fundiéndose en la mia, un beso, una mano.

Si, definitivamente aun te extraño. Pero me di cuenta que sin vos, la vida también continua.

Ya no te recuerdo desde el dolor extremo, sino mas bien desde la nostalgia de los días que vivimos juntos.

He conocido gente maravillosa, en el trabajo me va bien para mi gran sorpresa, aunque con muchísimas cosas que resolver en el día a día, siempre al terminar la jornada mis pensamientos vuelven a vos.

Si, quizá aun es poco tiempo desde que terminamos, pero siempre me pregunto como estarás… si estarás enamorado, o si estarás con otra persona… seguramente que sí. Pero eso ya no importa.

Te recuerdo siempre Marcos, te recuerdo todos los días, no quiero mentirme por ello te escribo esta carta, para decirte que si, aun te amo.

Y que ese amor me impulsa a continuar. Que también me amo mucho a mi mismo, y ese fue un hermoso regalo que vos me dejaste. Me enseñaste a luchar y no tener miedo, a defender ese amor que sentí y sigo sintiendo hacia vos, un amor inocente y verdadero. Verdadero.

Hace unos días decidí volver a hablar con otros chicos, cosa que para mi era impensable semanas atrás, y la verdad, me llevará un tiempo poder volver a abrirme a la posibilidad de pensar en comenzar una relación, esto de vivir solo me permitió darme espacio para poder mirar hacia adentro y comenzar finalmente a sanar.

Hoy mi hermana me dijo que yo era “una persona completamente diferente” y quizás si tenga razón. Tuve que hacer dos grandes duelos Marcos. El primero, haberte dejado ir. El segundo, haberme permitido morir.

Tuve que aprender a desprenderme de mi viejo yo, para que el nuevo Fabián pueda nacer, para la nueva vida que debía comenzar.

Es una etapa completamente diferente y realmente me emociona lo que pueda traer y aprender de todo eso.

Te sigo extrañando Marcos. Al comenzar el día, al terminar la jornada. Pienso siempre en vos, en cómo estarás. Se que estas bien, aunque me encantaría escucharte y apoyarte, así como lo hacia antes.

A veces quiero entender el por qué se terminó nuestra historia, pero finalmente me doy cuenta que esa historia debía culminar ahí, no estoy seguro si me duele más esa realidad a cualquier otra cosa, quizás me aferro al recuerdo antes que revisar la realidad.

Pero si, eso no evita que el sentimiento aun esté aquí, muy a pesar del tiempo y la distancia.

Fuiste mi gran amor, y te doy las gracias por eso.

Hoy ya no estás Marcos, y siempre dije que iba a respetar tu libertad. ¡Y vaya que lo he hecho! Eso ambos lo sabemos. Aunque ya no volvamos a vernos.

Gracias a Dios te dije que te amo. Y más de una vez.

Seguramente llevará más tiempo. Estoy en paz con ello. Por que se que el tiempo es sabio y sabrá acomodar todo en su sitio.

Y estoy seguro de que vos vas a ser muy feliz. Yo te pedí eso cuando nos despedimos.

Cuando me diste ese abrazo.

Te solté ese mismo día.

Aun amándote

Deseé tu libertad.

Por favor, siempre siempre

Se feliz.


Fabi.

24-11-2021

11.00 pm

jueves, 15 de julio de 2021

¡Aquí estoy!

 

Aquí estoy.

Si.

Aquí estoy, de nuevo. De vuelta.

Luego de 10 años de un largo recorrido.

Estoy sentado de piernas cruzadas, en esta cama que alguna vez me sirvió de cuna.

Donde todo comenzó, literalmente.

No sé si me encuentro exactamente al final o al inicio de la encrucijada. Pero si, se bien, que me encuentro donde todo comienza: en mí.

Me encuentro aquí, unos años después del último adiós a mi papá. Irónicamente, en el mismo lugar donde le dije que se podía ir. Que iba a estar bien. Y que finalmente así fue.

Me encuentro exactamente en el mismo lugar donde tantas veces me perdí, donde me sentí morir, y donde tantas veces más renací: en mí mismo.

Me encuentro en el sitio donde se desnudan todas, pero absolutamente todas mis verdades, donde todos mis miedos se diluyen entre lágrimas, donde el amor más sublime se confunde entre el pulsar de mis días. El palpitar de mi corazón.

Heme aquí, después de haberme enfrentado a mi propio destino, cara a cara con un virus intruso que llegó como ladrón, a enseñarme que me había estado perdiendo la vida, que ella estaba pasando literalmente frente a mis ojos, y se estaba escapando de entre mis dedos.

Si si, aquí estoy, luego de haberle visto los ojos a la mismísima muerte, por segunda vez, aunque ahora no como espectador, sino como actor principal.

Heme aquí luego de haberme escapado tantas veces del dolor, de evitarlo a cualquier precio, inclusive a llenarme de satisfacciones temporales que cual placebo, no hacían más que prolongar lo que inevitablemente debía ocurrir: enfrentarme a mi destino, cara a cara.

Heme aquí, en el punto mismo de partida, donde todo muere pero también donde todo comienza, una vez más. Porque no es más que eso, nuestra vida es un constante volver a comenzar. Un volver a echarse a andar en este derrotero. Eso si, siempre con nuevos paisajes, algunos que recuerdan a antiguos lugares no sin una cuota de nostalgia entre medio.

He inventado una y mil historias para evitarme y no confrontarme, para no mirar lo que dolía dentro, que no hacía más que reclamar sanación y cuidado, aceptación y finalmente, liberación.

Y es lo curioso, no hubiera podido liberarme del dolor, si no fuera, justamente, atravesando el mismísimo dolor. Conectando profundamente con lo desesperantemente doloroso que resulta abrir las propias heridas, para que un poco de oxigeno haga su trabajo y la misma pueda finalmente, iniciar el proceso de cicatrización.

Siempre que me pierdo, me entrego al destino. Como si fuera que tengo poder sobre él, yo ingenuo, queriendo controlar todo lo que la vida conlleva. Todo me muestra que apenas podemos tener una proyección de nuestros anhelos, la vida es ampliamente superior a lo que podamos ingenuamente aspirar. Va mucho más de nosotros, y sucede muy a pesar de nosotros. Ella exige que yo me entregue por completo a ella misma, vale decir, que renuncie a querer controlarlo todo. No controlo absolutamente nada. Excepto una sola cosa: volver a mí mismo. Solo puedo volver a mí mismo. El resto es una ilusión y una rueda sin final.

Heme aquí, claro que sí. Luego de haber conocido personas maravillosas, de quienes finalmente he tomado la esencia. Aprendí, que solo podemos amar a las personas cuando finalmente aceptamos que ellas son libres. Si, aceptar que la libertad no admite ataduras de ningún tipo. Ese conocimiento finalmente me libera a mí mismo. No puedo esperar absolutamente nada, excepto una sola cosa: que sean felices.

He descubierto que la mejor manera de amar es respetar la individualidad y los tiempos de cada uno, los procesos y maneras que cada persona tiene de lidiar con su propio destino y con su propia vida. Amar y respetar en silencio. Acompañar, y siempre que sea el caso, ayudar en lo que se pueda. No podemos condicionar a nadie, sino, sería una relación de conveniencia, no sería amor. Sería depender unos de otros. Nadie puede ser feliz si no se es libre, libre de ser y de estar.

Heme aquí, he descubierto que quienes nos aman, nos amarán justamente por eso que somos. Por lo increíblemente maravillosos, únicos e irrepetibles que somos, así tal cual, con nuestros aciertos, errores y virtudes, pero originales y tal cual somos. No hace falta, no es necesario fingir, pretender ser otra cosa que no seamos desde adentro, desde nuestra alma, eso que nos hace vibrar las fibras más íntimas de nuestro ser. Quienes verdaderamente nos aman, miran más allá y se conectan con nosotros desde el corazón, no desde las apariencias. Eso es lo que cuenta. No lo que “parecemos”, más bien, lo que verdaderamente somos, únicos e irrepetibles. Solo eso.

Aquí estoy, frente a mi camino. Estoy parado, mirando al horizonte.

El paisaje es inmensamente vasto, es increíblemente hermoso, tiene un cielo tan azul como el de Angulema, con unas nubes que dibujan surcos muy largos. El camino va ondeando entre colinas, y se pierde en el horizonte.

Aunque me intimida un poco, no puedo dejar de sentir una emoción muy grande en mi pecho. Porque miro atrás, y veo las huellas de las personas que me han amado y que ya no están, pero que a través de su amor, me siguen acompañando desde hace eones de eternidad. Porque también me emociona los nuevos paisajes a los que indefectible e inevitablemente me dirijo, con el pulsar de mi corazón, con la inquietud de mis ojos, con la emoción de mi pecho, me emocionan los nuevos sabores, culturas, amistades que he de conquistar, el conocimiento por adquirir, los momentos por vivir.

Claro! Aquí estoy! ¿Sino dónde más? Si! Aquí estoy! Aquí y ahora! Porque todo tiene un momento y todo tiene un lugar! Todo tiene que poder terminarse, para poder dar lugar a un nuevo inicio! Pero no ya como antes, más bien, un inicio pero con mayor sabiduría que el ayer, a eso estoy llamado. A mirar con amor mi historia, para poder tomar la vida con todas mis fuerzas, y amarme aquí, en este punto mismo de partida.

No sé si el camino será polvoriento, o pavimentado con lindas baldosas.

Pero si, sé que el paisaje, ¡me emociona hasta el alma!

¡Aquí estoy!

Donde todo termina.

Donde todo comienza.

Fabian Mendez

15.07.2021

23:36

Rodó 604, Asunción

Foto 1: Extraído de Internet

Foto 2: Emma y Yo. Circa 2018-19. Autor: A. Moragas

Coldplay - The Escapist




jueves, 20 de mayo de 2021

La Vida Cotidiana (Everyday Life)

 Mi primera entrada de este 2021 es esta hermosa canción de Coldplay, titulada "La Vida Cotidiana" (Everyday Life) lanzada en el álbum del mismo nombre, en el año 2019.

Viene a colación en virtud a un gran desamor reciente, mi convalecencia luego de haber padecido Covid - Neumonía, y la convalecencia de Tuchi, mi amiga y gran amor de mi vida. 

Viene como un regalo del Universo. Una respuesta a mi desolación. Un bálsamo. Que me baña. Que me salva. Aqui les dejo la letra y el enlace al video.

What in the world are we going to do?
Look at what everybody's going through
What kind of world do you want it to be?
Am I the future or the history?
'Cause everyone hurts
Everyone cries
Everyone tells each other all kinds of lies
Everyone falls
Everybody dreams and doubts
Got to keep dancing when the lights go out
How in the world I am going to see?
You as my brother
Not my enemy?
'Cause everyone hurts
Everyone cries
Everyone sees the color in each other's eyes
Everyone loves
Everybody gets their hearts ripped out
Got to keep dancing when the lights go out
Gonna keep dancing when the lights go out
Hold tight for everyday life
Hold tight for everyday life
At first light
Throw my arms out open wide
Hallelujah
Hallelujah
Hallelu-halle-hallelujah
Hallelujah
Hallelujah
Hallelu-halle-hallelujah
Yes

https://www.youtube.com/watch?v=UMkCkPzbLYI&ab_channel=Coldplay

lunes, 19 de octubre de 2020

La Rueda de la Vida


Cuanto amor y cuanto dolor enterrados en el pecho

comienzan a emanar como el agua que corre los ríos de mi país

Doliendo tanta indiferencia, tanta burocracia, tanta desidia

Tanta forma de escapar de la realidad

Tanta apatía e inconformismo

Tanta desigualdad, tanta Injusticia

Cuanto amor y cuanto dolor

en cada persona con mirada perdida

buscando afanosamente algo de cariño

Alguna migaja que le devuelva la esperanza


¿Qué hacer ante tanto desespero?

La esperanza se vuelve lejana

y el esperar se hace tan largo

Mi Dios, muéstrame el camino!

Es el clamor de este mi sufrimiento

Dame una pizca de dulzura que me devuelva el aliento

No permitas que se apague la llama

Y si así fuera, hazme renacer de mis cenizas

Más fuerte y más vivo


Por lo pronto, Oh mi Dios

No me hagas indiferente ante tanto suplicio

Tanta gente caminando sin rumbo

Muéstrame el camino, se mi Norte

Se la estrella que me guía en la Noche

Ya no quiero andar solo

Enciende mi faro y ayúdame a avanzar

Permíteme encontrar el aliento

Que mis hermanos también necesitan


Y que se cumpla, al fin

Tu sagrada Voluntad

Que el Sagrado Samsara se cumpla

Como ha sido desde el principio de los siglos

Por los siglos de los siglos

Visitantes