jueves, 16 de septiembre de 2010

Qué es el amor?




“Señor, que quieres que haga?”
Entregarme con el corazón a tu amor es a lo que me llamas.
Infinita gracia que emana del amor de Dios que está presente en todo y en todos nos invita al amor.
Qué es el amor?
Han experimentado alguna vez el amor de Dios?
Escribo estas líneas llorando de emoción, al ver que Cristo ha hecho maravillas en mi vida y las sigue haciendo, y en la mente humana no puede caber la idea de un Dios que actúa de semejante manera, y que realmente, es Dios quien da vida a todas las cosas, transforma las condiciones más extremas, levanta a los muertos, hace renacer las flores, da vista a los ciegos y alma a los desalmados, con su amor muestra su verdadero poder y sana las almas heridas por ausencia de esto que hoy podemos conocer por EL AMOR.
Señores, el amor es lo más grande que puede existir en el planeta. Es la fuerza más maravillosa que transforma todas las cosas, por el amor nace una criatura, por amor sale el sol todos los días y podemos ver a quienes amamos despertar... y recordar con cariño a aquellos que ya no están.
Por amor podemos levantarnos y sonreír. Por amor podemos compartir todos los días con personas que nos acompañan en la aventura de la vida. El amor nos resucita sin importar nuestro pasado y el tamaño de nuestras heridas. El amor es un sentimiento que sana, tiene ese poder sanador que ninguna ciencia puede concebir, el amor hace que podamos expresar a través de un abrazo, todo el amor que tenemos dentro, para con nuestros animales, con nuestros amigos, nuestro papá o nuestra mamá… con nuestros hermanos...
Por medio del amor podemos continuar, por medio del amor podemos aferrarnos a eso que queremos y necesitamos DE VERDAD: Hacer todos los días aquello a lo que vinimos a hacer en la tierra. Por medio del amor ya no tenemos miedo, levantamos nuestros ojos y vemos las maravillas del universo que es creación de Dios, y no nos queda más que sentir su infinita gracia para con nosotros.
Queridos hermanos. Por amor, Jesús aceptó morir en una cruz que El no merecía. Y aceptó la misión que su papá Dios le dio, muy a pesar que tuvo miedo de morir, lo hizo también para que nosotros podamos vivir, para que merezcamos la vida, con su muerte, la mayor muestra de amor fue posible para toda la humanidad. Porque Jesús dio su vida hoy yo puedo estar aquí, y ser testimonio, con mi vida, de las maravillas que ese amor ha hecho en mi vida, y que también quiere hacer en la tuya. Pero quién soy yo para merecerme tanto amor? Tanto amor ha tenido Dios hacia la humanidad que no se cansa de derramarnos su perdón y su amor, todos los días de nuestra vida.
Hermanos, ese amor, es un amor vivo, potente y actuante, está más que vivo, está en cada uno de nosotros, es una fuerza que se mueve en todas las cosas de la vida, se manifiesta con mucha fuerza en nuestro espíritu de modo a que nosotros podamos sentirlo, muy a pesar que nos demos cuenta, es algo que no lo podemos explicar, pero sabemos que está ahí.
Ese amor nos dice que estamos a salvo en cada segundo, que estamos contenidos en su presencia y ese amor nos cuida. Por su amor no estamos desamparados y su Luz es el que guía nuestro camino hacia una verdadera felicidad. Cuando todo se cae, ese amor nos sostiene y cada día nos hace más fuertes, pues esa presencia es más fuerte que nosotros, y cuando aprendemos a ver y apreciar realmente la magnitud de la entrega de Cristo para con nosotros, nos sentimos poderosos, en Él que hace bien todas las cosas.
El amor, es la manifestación más grande que podemos tener de la presencia de Dios en todas las cosas de la vida. El amor de Dios se manifiesta en lo más sencillo, en la naturaleza, en la sonrisa, en el abrazo, en la música del corazón, en la luz, en las estrellas.
Por este amor, Dios nos llama a convertir nuestras vidas al servicio a los demás, en las cosas pequeñas. Transformar nuestras vidas por amor a Dios es la señal de gratitud más grande que podemos dar a Él, haciendo ese cambio entre el viejo corazón y el nuevo, lleno de plenitud en y por amor. Dios nos llama a imitar la imagen de Jesucristo, de amor y piedad para con aquellos que nos necesitan, desde nuestra familia y los amigos, hasta con los demás con quien nos toque vivir un día, y todos los días.
Cuál es el fin del amor?
Es renacer. Renacer y ser verdaderamente nuevos, para así crear un mundo nuevo, en la gracia del amor que sostiene la vida de quienes buscan la verdad.
Por ello, el amor es muy importante en todas las cosas de nuestra vida, el amor es nuestra oportunidad de volver a nacer, de ser mejores personas, de poder ofrecer al mundo lo que somos y hacerlo con la mayor fuerza que tenemos, que solo parte del amor que sintamos por Dios, que finalmente es el motor de todo. El amor, lo es todo.
Y todo, lo es Dios.
El amor es algo que no tiene definición.
Podríamos acercarnos diciendo que es un sentimiento que nos lleva a pensar y cometer cosas buenas, buscando el bien de otra persona u otra cosa. Pero el amor es en verdad mucho más que esto. Podemos más bien decir, que el amor es la medida de la entrega por buscar la felicidad de otra persona, es entregarse por otra persona, para que ésta pueda elevarse a nuevos niveles de felicidad, por medio de nuestro afecto. El amor es infinito, sin horizonte. El amor traspasa todas las barreras conocidas, y no termina nunca. El amor es la sangre de Cristo en la cruz. El amor es el silencio de nuestro interior sintiendo su presencia eterna consolándonos en nuestra soledad. El amor es ese consejo que te llega cuando te sientes abatido, esa ayuda que no esperabas, es el amor de Dios, actuando en tu vida. Por eso decía que el amor no tiene fin, no tiene hora ni fecha. Llega y se queda, y nos hace nuevos. El amor es grande y potente, suave y tierno. Es un hijo. Es un amigo. ÉSE ES EL AMOR
Te diste cuenta de cuán grande es el amor? Y que no existe definición humana para un sentimiento tan divino como ese. El verdadero desafío al que te invito es a que descubras ese amor. Ese amor que no lo vas a encontrar en los preceptos y las reglas, en las normas y las obligaciones. El amor te lleva a volar y a soñar. A Ser y sentir, tan libre como las aves. Si quieres saber el amor, debes atreverte a descubrirlo cada día, en lo más profundo de tu corazón. Es una aventura que transforma nuestra manera de ver las cosas, de ver la vida, pues cuando nos ponemos los ojos de Dios, podemos encontrar la razón de ser de todas las cosas, desde el amor, que no tiene definición, pero sí, una MANIFESTACIÓN.
Hermanos, el amor se manifiesta, se demuestra, con actos, concretos. Tal es así que Jesús es la manifestación viva del amor perfecto de Dios. El amor es el amor, lo único que quedará cuando todo se vaya, cuando todo acabe.
Descubrir el amor es descubrir a Dios en el prójimo, y en uno mismo.
“El amor, lo es todo.
Y todo, lo es Dios.”
Como el sol al amanecer, se derrama sobre toda la tierra, así el amor de Dios se derrama sobre su creación.



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